03 julio 2007

Soluciones tópicas para el sudor

He estado investigando por ahí y he encontrado algunas alternativas a los antitranspirantes clásicos a base de cloruro de aluminio. En principio me limitaré a enumerarlas y, si consigo probarlas, ya las comentaré.
  • Solución tópica alcohólica de Ácido Salicílico 5% + Formol 15%, csp. 500 ml. La fórmula se utiliza mezclada con agua (en una proporción de 15-20 ml de fórmula/litro de agua o lo que indique el médico) y se sumergen las manos o los pies durante 10-15 minutos.
  • Solución acuosa tópica de formol 20%, csp. 1.000 ml. Para aplicar en la zona afectada.
  • Crema O/W de urotropina al 20%, csp. 100 g. 1-2 aplicaciones/día.
No he probado las soluciones con formol, pero sí la urotropina, aunque en una concentración bastante menor. Como ya comenté aquí, he probado una fórmula de urotropina (o metenamina) al 8%, que me prepararon en una farmacia. La fórmula hace efecto, pero cuanto más te la echas, menos resistes el contacto con el agua y más fea se pone la piel. Como la fórmula es bastante cara (y caduca muy pronto) y descubrí un gel que también contiene urotropina, actualmente lo que utilizo es el gel anti-transpirante acción intensa Pedi Relax. Este gel me hace el mismo efecto que la fórmula magistral y me resulta más agradable su aplicación (además, huele bien). Lo que no sé es la concentración, ya que no la pone por ningún sitio. Este verano, para evitar que la piel se me ponga tan fea, no me lo pongo todos los días, así que sigo sudando (aunque algo menos que si no me pusiera nada). Cuando se me acabe intentaré probar la fórmula al 20% a ver si se nota diferencia.

02 julio 2007

¿Hasta qué punto nos afecta el sudor?

La Sociedad Internacional de Hiperhidrosis ha elaborado un cuestionario cuyas respuestas pueden servir para que otros entiendan hasta qué punto nos afecta sudar más de la cuenta. Estas son las preguntas:
  1. ¿Cuántas veces al día piensas en el sudor o te preocupa sudar?
  2. ¿Cuántas veces al día te cambias de ropa? ¿Y cuántas te duchas?
  3. ¿Llevas contigo «suministros» (ropa adicional, pañuelos, polvos, antitranspirantes, toallitas...) que te ayudan a controlar el sudor?
  4. ¿Con qué frecuencia tienes que comprar ropa o zapatos nuevos? ¿Crees que los compras con más frecuencia que otra gente?
  5. ¿Cuánto tiempo pasas cada día «enfrentándote» al sudor?
  6. ¿Has utilizado soluciones tópicas (antitranspirantes, polvos o desodorantes) diseñados para controlar el sudor? En caso afirmativo, ¿cuántos tipos diferentes?
  7. ¿Cambias alguna vez tus planes sociales por tu hiperhidrosis o por miedo a sudar demasiado?
  8. ¿Alguna vez has estropeado algo que hayas leído o escrito, ilustraciones, papeles, algún instrumento musical o un dispositivo eléctrico o metálico por el sudor?
  9. ¿El exceso de sudor afecta a tu rendimiento laboral o a la elección de una carrera profesional?
  10. ¿Se te ha irritado o infectado la piel debido al exceso de sudor o a tus intentos de controlarlo?
  11. ¿Te resulta angustiante sudar en público?
  12. ¿Sudas cuando te encuentras en una situación que implica el contacto físico con otras personas o cuando piensas en una situación de ese tipo?
  13. ¿Has perdido a algún amigo o un trabajo por sudar demasiado?
La reflexión necesaria para responder a estas preguntas puede resultar muy útil para que podamos detallar cómo nos afecta el sudor en nuestra vida diaria, sobre todo cuando acudimos al médico en cuyas manos está el tratamiento que podemos llegar a recibir.