07 agosto 2006

Mi vida como hiperhidrótica

«La genialidad es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración» (Edison)
Con esta frase, Edison utilizaba el sudor como metáfora del esfuerzo, pero lo cierto es que los hiperhidróticos no necesitamos hacer ningún esfuerzo para sudar. Estamos tranquilamente sentados viendo la tele o leyendo un libro y, de repente, sucede. Y lo peor de todo es que, una vez que empezamos, ya no hay forma de parar. Para nosotros el simple hecho de tener que darle la mano a alguien es una situación estresante porque sabemos cuál es la reacción de la mayoría de la gente cuando su mano entra en contacto con una mano sudorosa. Pero esa no es la única situación que nos resulta complicada: mojamos los papeles, tenemos problemas con los teclados de los ordenadores (por no hablar de los touchpads de los portátiles), nos resulta muy difícil abrir botes y determinadas puertas, nos resbalamos con algunos zapatos, nos salen heridas y ampollas debido a la constante humedad...
Soy hiperhidrótica desde 1974, el año en que nací. Sudo principalmente por las manos y los pies, aunque también bastante por los muslos y, en situaciones de nerviosismo (muchas veces provocadas por el sudor de las manos y los pies), por todo el cuerpo. He probado distintos tratamientos: soluciones tópicas, homeopatía, iontoforesis, salvia... pero sólo he notado pequeñas mejorías (especialmente combinando distintos tratamientos al mismo tiempo). Me he planteado en varias ocasiones el tema de la cirugía, pero no acabo de decidirme. Sé que es la única solución a largo plazo, pero también conozco sus posibles consecuencias.
Aunque la hiperhidrosis me afecta en muchos aspectos diarios, en general llevo una vida bastante normal, y eso es lo que pretendo reflejar en este blog. No voy a celebrar que soy hiperhidrótica, porque me parece una auténtica estupidez: la hiperhidrosis es un coñazo y el que diga que es un regalo (alguna vez he leído comentarios así) se está engañando; pero tampoco pretendo que este blog sea un continuo lamento por padecer este trastorno.

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