En el último boletín de la IHHS, se incluyen algunas sugerencias para mejorar la salud de los hiperhidróticos. La mayoría tiene que ver con ayudar a la IHHS de distintas formas, pero la última es quizá la más importante y, probablemente, la más difícil: hablar de nuestro problema.
El número de hiperhidróticos en el mundo es relativamente elevado en comparación con el de otras afecciones en las que se invierte más tiempo y dinero. ¿Por qué? Porque los afectados intentamos ocultar nuestro problema, nos convertimos en invisibles.
Lo cierto es que no es nada fácil, porque sudar es algo que únicamente está bien visto en el ámbito deportivo, en el que "sudar la camiseta" es algo que se espera de cualquier deportista. Sin embargo, fuera de ese ámbito, sudar da mala imagen: si vemos a una persona con las axilas empapadas, solemos pensar que tal vez no se haya duchado y, si alguien nos estrecha una mano sudorosa, damos por hecho que esa persona está nerviosa. En el segundo caso, probablemente será así, pero la situación que le genera ese nerviosismo es precisamente el hecho de estar sudando y tener que estrechar una mano.
¿Cambiarían las reacciones de la gente si se conociera mejor nuestra afección? ¿Si nos pusiéramos una pegatina que dijera "tengo hiperhidrosis"? ¿Si nos hiciéramos "fans" de la IHHS en Facebook? Probablemente no. Pero sí que es probable que ese aumento de la visibilidad de los hiperhidróticos contribuyese a que se dedicasen más esfuerzos para encontrar una solución para este trastorno.
Pero, a pesar de todo, sigo escondiendo mi problema siempre que puedo.
4 comentarios:
Buenas noches. Si te digo la verdad, tenía ganas de hacer algún comentario en tu blog, sobretodo para darte las gracias por compartir tus experiencias con los que sufrimos como tú esta dichosa enfermedad.
A propósito de esconder o no nuestro problema, pues mira, yo en particular he pasado de esconderme a afrontarlo abiertamente con los que me rodean, porque creo que es más fácil para mí, no es que vaya gritando a los cuatro vientos que tengo hiperhidrosis, pero sí que cuando, por ejemplo, me recomiendan que compre unas sandalias, digo abiertamente que no puedo por mi enfermedad, vamos, como el que no puede tomar azúcar porque es diabético, sólo que a mí me toca explicarme un poco más (más que nada, porque la gente no lo acaba de ver claro).
Muchas gracias por tu blog.
Por cierto, qué tal las plantillas summerinsoles?
Gracias, Susana. Yo también, poco a poco, voy contándolo; pero nunca me haría fan de la IHHS en Facebook, por ejemplo.
Me ha llamado la atención que no uses sandalias, porque yo cada vez soporto menos los zapatos cerrados en verano (y eso que no vivo en un lugar muy caluroso). Lo que sí es cierto es que no resulta fácil encontrar calzado adecuado, pero buscando mucho puedes encontrar sandalias con plantillas de algún tipo de tejido o de piel vuelta, que absorben el sudor y evitan que te resbales.
En cuanto a las plantillas Summersoles, el problema que les veo es que incluso el modelo ancho es estrecho para algunos zapatos. Además, vienen en talla única, así que, si tienes el pie pequeño, como yo, es complicado conseguir que se adapten bien a la forma del zapato. Creo que sería más práctico que pudiéramos comprar el material y darle la forma adecuada para cada zapato concreto.
Hola de nuevo. Si te digo la verdad, mi problema con las sandalias es que me suda muchísimo más el pie cuando no llevo calcetines, vale, puede ser psicosomático total, pero es así, entonces, me encuentro muy incómoda por el sudor, porque encima se van hinchando los pies, además de los consabidos resbalones, así que prefiero pasar calor con calcetines, vamos, un horror. Menos mal que aquí tampoco hace mucho calor, y en breve, se acabará el verano (a Dios gracias...)
Un saludo
He descubiento hoy tu blog y la verdad es que me parece fascinante que compartas tu experiencias, como tu dices somos muchos, pero todos lo ocultamos... Estoy leyendo varias entradas que estoy segura que pueden ser de gran utilidad para mi. Muchas gracias de antemano!
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